3 Juan 11
¿Cuántas veces nos encontramos con la imagen de alguien que se hace llamar cristiano y actúa de todas las maneras posibles menos que como un verdadero cristiano? ¿Cuántas veces vemos eso dentro de la misma iglesia? Puede ser bastante frustrante pero no debería destruir nuestra fe.
Muchos toman esta clase de situaciones como una excusa para alejarse de la iglesia o, tristemente, para alejarse del Señor. Se enfocan en el mal ejemplo que uno u otro cristiano ha dado y por eso dan un paso atrás. Pero la Biblia nos muestra que la verdad es que desde la iglesia primitiva se han vivido esta clase de problemas.
Juan, dirigiéndose a uno de sus discípulos, uno llamado Gayo, le habla acerca del mal ejemplo de otro llamado Diótrefes. Éste, además de tener un feo nombre tenía un feo testimonio. Parece ser que era líder dentro de la iglesia pero todo lo que hacía lo hacía por su ego y orgullo, así reflejaba lo incorrecto. Juan en vez de animar a Gayo a dejar la iglesia o alejarse del Señor le dice, “No imites lo malo, sino lo bueno”.
Juan así nos enseña que cuando veamos a alguien que se hace llamar cristiano actuando incorrectamente debemos aprender de él, a no hacer lo malo y como alternativa, enfocarnos en quienes sí están honrando a Dios. Juan le dice a Gayo que en vez de ver a Diótrefes vea a Demetrio, un hombre de quien todos daban buen testimonio.
La próxima vez que un “cristiano” nos decepcione tomemos dos decisiones. Aprendamos a no seguir su ejemplo y enfoquémonos en los que sí viven su fe.
Luis Guillermo Sánchez