Salutación
1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad
de Dios, y el hermano Timoteo,
Pablo
pide que Dios les conceda sabiduría espiritual
5 a causa de la esperanza
que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra
verdadera del evangelio,
7 como lo habéis aprendido
de Epafras, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de Cristo para
vosotros,
8 quien también nos ha
declarado vuestro amor en el Espíritu.
Introducción a la carta
El apóstol pablo
escribió la Epístola a los Colosenses a causa de un informe que recibió, se
cree que Epafras mismo (líder espiritual de la iglesia de Colosas) quien
anteriormente había conocido de la palabra del Señor bajo una de las enseñanzas
de Pablo, en Éfeso, fue quien le contaría que la Iglesia, a pesar de que estaba
creciendo en la gracia del Señor, se estaba viendo afectada y presionada
culturalmente por las falsas enseñanzas que se practicaban en aquel entonces.
Esto también los
había llevado a creer que se presentaban superiores a otros, y su
espiritualidad gracias a ellos mismos y sus acciones los dejaba en buena
posición como creyentes.
El valor de esta epístola radica en la forma
que expone que la verdad sobre la persona y la obra de Cristo triunfa sobre la herejía
engañosa y nos enseña a los creyentes a vivir en plenitud y libertad por medio
de Él. Este libro nos muestra que ninguna parte de la existencia humana esta
fuera del alcance del gobierno amoroso y liberador de Jesús, y nos lleva a
enfocar nuestra fé en El único Salvador y redentor.
Contexto de la carta:
Esta carta como
dijimos, fue escrita por Pablo, durante su tiempo en prisión en Roma, se cree
que entre el 60 y 62 d.C. Sabemos que Pablo se encontraba en prisión por
predicar la palabra del Señor, pero su tiempo ahí no había sido de impedimento
para seguir con su ministerio, por el contrario, Pablo escribió varias de sus
cartas en este contexto. En este caso, la carta fue dirigida a la iglesia que
se encontraba en la ciudad de Colosas, en la provincia romana de Asia Menor. La ciudad se volvió famosa porque allí los colosenses
fabricaban una hermosa tela de lana, siendo así conocida como un importante
centro de comercio.
Recordamos también, en la epístola a Filemón que estuvimos estudiando
las semanas pasadas, que esta era la misma iglesia donde se congregaba el
hermano Filemón, el cual tenía muchos esclavos, entre ellos a Onésimo, al que Pablo
mismo evangelizo, y escribió una carta intercediendo por este ante Filemón,
como su hermano e igual en Cristo.
Esta carta seria enviada a los hermanos en Colosas a través de Tiquico y
Onésimo.
Versículo 1
“Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano
Timoteo”
Como era costumbre, Pablo empieza la epístola presentándose, como
apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, siempre reconoce que su ministerio
es dado por el Señor, un apóstol enviado con una misión y sometido a su
voluntad. Se identifica con Timoteo como hermano, al igual que nosotros somos
hermanos, pues tenemos un padre en común que es Dios, y se cree que este se
encontraba sirviendo al lado de él.
Versículo 2
“a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia y
paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.”
Aquí finaliza su saludo, y como dijimos Pablo se dirige a los hermanos
en la iglesia de Colosas, y se refiere a estos como santos y fieles. Esto nos
permite entender que la iglesia de Colosas era una iglesia que realmente amaba
y buscaba al Señor, a pesar de que estuviera siendo atacada por estas falsas
enseñanzas, el veía en esta iglesia fruto, y reconocía a sus hermanos como santos
(apartados y consagrados para El Señor) y fieles (firmes en su compromiso con
Dios).
Vemos también el común deseo en las salutaciones de Pablo, deseándoles
que la gracia (favor, regalo inmerecido que opera con
Jesús) y la paz (tranquilidad
interna que solo proviene de Cristo) estuviera con ellos
en todo momento.
Sabemos que, para él, y para todos nosotros como creyentes, la gracia
debe ser parte de todo lo que somos, por gracia fuimos salvos, por el inmenso e
inmerecido amor de Cristo. Todo nuestro ser debe continuamente reflejar esta
gracia.
Es importante que paremos, y reflexionemos, ¿podemos nosotros como
creyentes considerarnos fieles y consagrados a Dios? ¿Podemos afirmar que todo
nuestro ser refleja esa gracia inmerecida de nuestro Señor Jesucristo?
Versículo 3
“Siempre orando por vosotros, damos gracias a Dios, Padre de nuestro
Señor Jesucristo”
Vemos aquí, como estudiamos hace unas semanas, el valor y la importancia
de la oración y de la intersección por otros. Haciendo énfasis en la palabra
“siempre”, para El Señor la oración debe estar siempre presente, debemos ser
constantes en ella, y nunca debemos olvidar el valor y la importancia de
interceder por nuestros hermanos, de orar por sus problemas en específico o
pedirle al Señor que su fe nunca tambalee. Esto es, realmente amar a nuestros
hermanos.
“gozosos en la esperanza, pacientes en la tribulación, constantes en la
oración” Romanos 12:12
“Orad sin cesar.” 1 Tesalonicenses 5:17
Versículo 4 y 5
“4 habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a
todos los santos,
5 a causa de la esperanza que os
está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera
del evangelio”
Mas una vez, vemos como la reputación de la Iglesia de Colosas, era buena
ante los ojos de Pablo, el reconocía que ellos tenían fe, amor y esperanza,
cualidades que todos los creyentes debemos tener.
La fe es vital en nuestra comunión con el Señor, debemos creer en Jesús,
creerle a él y su evangelio, y creer que nuestra fe no es ciega, sino
fundamentada. El evangelio no consiste
en algo que tengamos que hacer. Nos informa de lo que Él hizo por nosotros hace
ya más de 2.000 años, y que nosotros debemos creer en El.
Dijo el mismo Pablo “La fe viene del oír, y el oír, por la palabra de
Dios.” Romanos 10:17
En el versículo 4 dice también “Y del amor que tenéis a todos los santos”
el amor es de suma importancia para el Señor, en su evangelio nos afirma que
sin amor nada somos “y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase
los montes, y no tengo amor, nada soy.” 1 Corintios 13:2b
Pablo, al interceder, orar y escribir estas palabras de animo y guía a
sus hermanos de Colosas les mostro amor. Pablo podría haber escogido otra forma
quizás de transmitir su mensaje, y su exhortación, podría haber juzgado, o como
muchos hacen hasta humillado, pero Pablo, decide exhortarlos en amor, decide
también exaltar sus cualidades como iglesia delante del Señor, y no como
comúnmente decimos, tirarlos al agua.
Esto es una forma de mostrarnos como debemos tratar a nuestros hermanos
en cristo, y hasta nuestros enemigos, es nuestro deber guiar al Señor, mostrar
sus verdades y defender quien es El realmente, ser honestos con nuestros
hermanos o enemigos es nuestro deber, pero esto debe ser hecho en amor, y nunca
en odio, porque nada de bueno estaríamos haciendo.
Este amor proviene del Espíritu Santo, y como cristianos no podemos
pretender amar al Señor sin amar a nuestros hermanos, el Señor mismo nos dijo,
que amemos a el prójimo como a nosotros mismos, y que si amamos al hermano
demostramos que lo amamos a Él. Esto es uno de los mandamientos que El Señor
nos dejó.
“Y este mandamiento tenemos de El: que el que ama a Dios, ame también a
su hermano.” 1 Juan 4:21
En el versículo 5 les habla sobre la esperanza que nos esta guardada en
el cielo. Esa esperanza y certeza de que nos reencontraremos con nuestro Padre
Celestial. Porque El Señor nos afirma que, si creemos en su hijo Jesucristo
como nuestro único Salvador, nos reencontraremos con EL en los cielos, y eso es
una promesa. Ese día debemos anhelarlo y esperarlo en amor, pacientes porque
sabemos que El tiempo del Señor es perfecto, pero sin perder la esperanza de
que ese momento será el mejor de nuestras vidas.
También les afirma que el evangelio y toda palabra que hay en él es
verdadera. Ya que todo el evangelio es inspirado por Dios. “Toda la
Escritura es inspirada por Dios” 2 Timoteo 3:16a
Versículos 6,7 y 8
“6 que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva
fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la
gracia de Dios en verdad,
7 como lo habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, que es
un fiel ministro de Cristo para vosotros,
8 quien también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu.”
Aquí Pablo nos
afirma que la palabra del Señor ha llegado a ellos y a todo el mundo, mostrando
que la palabra de Dios es universal, llega a todos y como dijo también Pablo en
Romanos;
“Porque desde la creación del mundo, sus atributos invisibles, su
eterno poder y divinidad, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por
medio de lo creado, de manera que no tienen excusa.” Romanos 1:20
No tenemos excusa para no creer,
porque toda su creación afirma su verdad y su existencia. Nos afirma también
que la palabra del Señor lleva fruto que crece cuando conocemos y creemos en
las buenas nuevas que nos presenta el evangelio, y así mismo estaba pasando con
los hermanos en Colosas. Ellos habían mostrado el fruto del Señor, y este había
crecido rápidamente en ellos y se expandía por toda la tierra.
En este caso, Epafras, que ya había
conocido del Señor a través de una de las enseñanzas de Pablo, fue “un fiel
ministro de Cristo para con vosotros” llevándoles la palabra del evangelio
y declarándoles el amor que brinda el Espíritu Santo.
Y reconoce que
tanto Pablo como Timoteo veían a Epafras como “nuestro consiervo amado.”
Conclusión
En estos 8 versículos,
pudimos ver la salutación e inicio de la intervención de Pablo por los hermanos
de la iglesia de Colosas. Vimos como en la intención de corregirlos y enseñarles,
les hablo con amor, exaltando también la fe, el amor y la esperanza que El
Espíritu Santo reflejaba en ellos, preparando también sus corazones para
exhortarles y llevarlos a ver la deidad y plenitud del Señor, sin la necesidad
de recurrir a humillaciones o a creerse en un nivel espiritual más alto, por el
contrario, en todo momento se presenta como siervo de Jesucristo. Así como El
Señor lo hizo por nosotros, y lo sigue haciendo diariamente. Pudimos entender
que es importante ser honestos con nuestros hermanos de quien es Jesús, y de
guiarlos a Él, con palabras de amor y compasión hacia ellos. El Señor nos
muestra continuamente lo importante que es para El la intersección y la oración.
Con todo esto
hay muchas preguntas que nos podemos hacer de modo a ver que tan correcto
estamos actuando ante los ojos, del Señor primeramente, y también de nuestros
hermanos. Preguntas como;
¿disponemos
nosotros de tiempo para orar e interceder por nuestros hermanos?
¿estamos dispuestos a ser honestos con nuestros
hermanos en la fe de modo a guiarlos al Señor?
O por le contrario, ¿estamos dispuestos a escuchar
cuando la exhortación y guía sea para nosotros?
¿y de que modo haremos esta exhortación, estamos
dispuestos a dejar El Espíritu Santo reflejar su carácter de amor en nuestras
palabras y actitudes?
Actividad
Para finalizar
tenemos una actividad para todos ustedes, ¡queremos que toda la familia
participe! si así lo desean. ¡Va a ser muy divertido! Y nos vamos a ensuciar un
poco.
Necesitamos:
-1 cartulina/hoja/cartón (lo que tengan a mano)
-Pinturas
- nuestras manitos
Vamos a
pintarnos las manos con pintura de los colores que nos gusten, y cada uno va a
poner su mano sobre el papel (el que escogieron) de modo que creemos una
especie de circunferencia con las manitos, cada familiar de un color.
Cuando este
seco, vamos a escribir dentro de cada manito uno de los frutos del Espíritu
Santo. Cada miembro de la familia debe participar aportando uno de estos frutos,
de este modo vamos a recordar cuales son los frutos del Espíritu Santo, y que
estos deben verse reflejados en nosotros y nuestro carácter diariamente.
No olvidemos
pedirle en oración al Señor que diariamente nos llene de El y de su Espíritu
Santo.
Versículo para memorizar
Y por último
vamos, en familia, a memorizar el hermoso versículo que retrata cuales son esos
frutos.
“En cambio, el
fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad,
fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.”
Gálatas 5:22-23
Le agradecemos al Señor por sus vidas, y queremos que sepan
que como ministerio oramos por ustedes, los extrañamos mucho, y esperamos poder
volver a vernos.
Les enviamos un cálido abrazo y muchas bendiciones de parte
del Ministerio de niños Capilla Verdad.
No olviden que pueden compartir con nosotros la actividad
por la página de Instagram @capillaverdadcali, ¡estamos deseosos de verlas!
El
Señor los bendiga