Abundancia de la palabra de Dios
Colosenses 3:16-17 16
Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas. Enséñense y aconséjense unos a otros con toda la sabiduría que él da. Canten salmos e himnos y canciones espirituales a Dios con un corazón agradecido. 17 Y todo lo que hagan o digan, háganlo como representantes del Señor Jesús y den gracias a Dios Padre por medio de él.
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Introducción:
Como hemos venido viendo en el capítulo 3 de la carta a los Colosenses, el apóstol Pablo nos muestra cómo debe ser la verdadera conducta o comportamiento de los creyentes, cuando han nacido de nuevo y se han vestido de una nueva naturaleza, nos exhorta a que en respuesta al dominio de Cristo en cada área de nuestra vida, nuestra conducta debe cambiar, si dejamos que Cristo viva en nosotros, Él va irnos moldeándonos a lo que deberíamos ser. Cada día más como Él.
Hemos visto varios aspectos que deben caracterizar al creyente como:
Buscar primeramente las cosas de arriba.
- Vestirse como escogidos de Dios al:
- Imitar la actitud perdonadora y compasiva de Cristo.
- Dejar que su amor guíe nuestra vida.
- Permitir que la paz de Cristo gobierne nuestro corazón.
- Siendo siempre agradecidos.
Y hoy veremos en los versículos 16 y 17: otros tres aspectos:
- Debemos ser llenos y guardar en todo momento la palabra de Dios.
- Adorar al Señor con un corazón agradecido.
- Y vivir como representantes de Cristo.
Versículo 16: a.
“Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas. Enséñense y aconséjense unos a otros con toda la sabiduría que él da."
En esta primera parte del verso 16, Pablo les anima a los colosenses a que recuerden y no olviden nunca las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo. A que se llenen de la palabra de Dios en abundancia, ya que la palabra de Dios es como un tesoro, es una gran riqueza que nos ha dado el Señor y para poder que, esta palabra llene nuestras vidas y abunde en nuestra mente y corazón, se requiere de una disciplina diaria.
El estudio diario de la palabra de Dios:
El cual hará que podamos escuchar la voz de Dios diariamente. Siempre habrá una palabra de parte de Dios para animarnos, guiarnos y exhortarnos a corregir nuestro pecado. Es por esto que todos los días debemos leer y estudiar la palabra de Dios.
También nos dice que:
Podemos enseñar a otros lo aprendido:
Todos en casa podemos enseñar y aconsejar a otros. No solo los padres que tenemos la obligación de educar a nuestros hijos, como dice Deuteronomio 6:6-7:
“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.”
También los hijos mayores podrán enseñar a sus hermanitos menores y los más pequeñitos también pueden compartir de lo que Jesús ha hecho con sus vidas, de lo maravilloso que es vivir en Jesús. De una u otra manera podemos enseñar y aconsejar a otros, esto implicara también un buen ejemplo de lo aprendido, por parte de nosotros. Jesús es nuestro maestro y nosotros somos sus discípulos, no debemos olvidar que Él nos ha hecho un gran llamado a compartir las buenas noticias del Evangelio.
Entonces les dijo: «Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Noticia a todos. Marcos 16:15
Vengan ustedes, temerosos de Dios, escuchen, que voy a contarles todo lo que él ha hecho por mí. Salmo 66:16
Pablo quiere que tengamos un corazón compasivo, nos anima a enseñar a otros con amor. Cuando compartimos a otros del amor de Dios, debemos hacerlo con paciencia y mansedumbre, sabiendo que es Dios el que nos ha perdonado a todos. El llevar a la práctica todas las enseñanzas de Cristo, implica el amor a otros y la compasión por los perdidos.
b. Canten salmos e himnos y canciones espirituales a Dios con un corazón agradecido”
Sabías que…
Los primeros cristianos tuvieron acceso al antiguo testamento y lo usaron con frecuencia, pero no tenían el nuevo testamento, ni ningún otro libro cristiano para estudiar. Así que memorizaron las historias y enseñanzas que tenían de Cristo y las trasmitieron de persona a persona. A veces añadían música a las enseñanzas, lo que hizo que eventualmente la música llegara a ser una parte importante de la adoración y la educación cristiana.
En esta segunda parte del versículo 16 vemos que la alabanza y la adoración son fundamentales en la vida del creyente, estas deben nacer en el corazón y no ser tan solo una demostración externa.
La alabanza tiene como prioridad dar gloria a Dios por todas sus maravillosas obras. Como creyentes esta debe ser nuestra intención cada día, expresar con nuestra oración y adoración a Dios nuestro agradecimiento, ya que nuestro Dios es digno de toda la gloria, la alabanza y la honra. Y su amor para nosotros es inagotable.
Una persona agradecida puede adorar a Dios
Con todo el corazón…
La gratitud, el vivir agradecidos es algo muy importante,
Ya que la gratitud abre nuestro corazón a la paz de Dios
Y nos permite revestirnos de amor.
Versículo 17: “Y todo lo que hagan o digan, háganlo como representantes del Señor Jesús y den gracias a Dios Padre por medio de él.”
Representantes del Señor Jesucristo… Significa dar honor a Cristo en cada área o actividad de nuestra vida.
Como cristianos nosotros representamos a Cristo en todo momento, adonde vayamos, en lo que digamos y hagamos… Esto es algo de mucha responsabilidad, por eso debemos portarnos bien, actuar y hablar con sabiduría, amor y todas las bellas cualidades que hemos aprendido de nuestro Señor Jesucristo, así todos sabrán que somos sus discípulos, sus hijos, que somos cristianos.
El apóstol Pablo es un fiel representante de Cristo y de las buenas prácticas cristianas, el poder llevar a la práctica todo lo aprendido en nuestro caminar con Cristo es fundamental, ya que se puede ver lo que realmente hay en el corazón de una persona o en nuestro propio corazón, viendo lo que hacemos y decimos.
Y nuevamente vemos la importancia de:
- Dar gracias a Dios, de ser agradecidos: por medio del Señor Jesucristo y por todo lo que el Señor nos permite hacer, decir, o compartir de Él a otros, agradecidos por la obra que Él ha comenzado en nosotros, la cual va a terminar.
Conclusión:
- Debemos llenarnos y guardar en todo momento la palabra de Dios:
Por esto es importante que todos en casa nos tomemos un tiempo a diario para estudiar la palabra de Dios, para estudiarla con los niños y que la palabra del Señor abunde en nuestra casa, en nuestra vida, en nuestra mente, nuestro corazón y nuestra boca para poderla compartir con otros y así poder ser todos parte de esa gran comisión o gran misión que nos ha dado el Señor de compartir el Evangelio. - Debemos adorar al Señor con un corazón agradecido:
En casa también podemos sacar un tiempo para adorar a Dios, para darle gracias al Señor través de la oración, a través de la música y no solo a través de la música adoramos al Señor sino también con nuestro testimonio, con nuestro buen comportamiento. - Y vivir como representantes de Cristo:
recordemos que en todo lo que hacemos y decimos, a todo lugar donde vallamos representamos a Cristo, debemos reflejar su amor a los demás y comportarnos como hijos de Dios.
Debemos tener el deseo de vivir para agradar a Dios todo el tiempo con nuestra mente, nuestro corazón y nuestro comportamiento.
Versículo para memorizar:
2 Timoteo 3:16
Toda la Escritura es inspirada por Dios y es Útil para enseñarnos lo que es verdad y para Hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y Nos enseña a hacer lo correcto.
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ACTIVIDAD FAMILIAR:
Demos gracias a Dios…
Paso 1:
Realicen una lista con todos los motivos que tiene para agradecer a Dios. Que Seguramente deben ser muchos y recorten cada motivo de su lista o escriban cada motivo de agradecimiento en pequeños papeles individuales, como más les guste.
Paso 2:
Luego busquen un tarro de plástico o frasco a vidrio que puedan reutilizar o reciclar en casa y decórenlo como más les guste con los materiales que tengan a la mano.
Paso 3:
Guarden en él todos los motivos de agradecimiento, y cada día cuando estudien La palabra de Dios en familia saquen un papelito y den gracias al Señor en oración por ese motivo.
